Esa cercanía
Dime
sombra mía si caminas porque quieres,
dime
que no voy solo con sueños luminosos
y
oyes mi tristeza, en algún rincón la muerte
con
ávidas fauces llama, y busco una estrella
que
comprenda mi llanto y me guíe amorosa.
Soy
humano cuando pido alegrías pero temo
esa
sombra que no conozco y calla a mi lado,
si
fuera como todas, si tuviera sello conocido
y
no dejara que me hunda en miedo tenebroso,
si
fuera mi confidente y mieles su compañía.
¿Qué
las cercanas voces arrastrando cadenas?,
tal
vez alguien pretenda alejarme de mi meta
pero
no lo sigo, tal vez adelante mi descanso
y
conciencia nueva, luminoso sin los vicios
del
que cae y lejano se revuelca en sus heces.
Puedo
con la noche establecer modo de reír
y
alguien verá los frutos que el mundo tiene,
pero
nunca se supo de un muerto indagando,
¿tal
vez querrá acercarse al feliz transeúnte
y
pedirle un poco de la sangre de sus venas?
No
me queda interés por sistemas anteriores
con
sus testigos, no busco pasos renovados
que
recuerden lo que he sido, si hay sombras
pidiéndome
la voz de un muerto, sus modos
y
las cadenas, si no quiero vendrán por mí.
Era
el cielo lo esperado, acíbar que bendigo
este
día con quejidos amorosos, he muerto
porque
he querido ¿pero mi amada sombra?,
ella
me espera para que sigamos el camino
y
estoy seguro que con cantos nos veremos.
Podría dar muchos pasos
Muerto
el sentimiento del despojo, sueños
que
no se nutren con mis pesares, hoy dije
una
vida misteriosa, no sé ninguna palabra
para
que la vean pero quisiera, es tan mía
como
mis temores y la huella que les dejo.
Tal
vez si hubiera quién espere mi regalo,
tal
vez si viniera silencioso comprendiera
lo
que busco, una puerta salvadora para mí
y
la sombra amiga, pesares eran compañía
que
no entendía, fugitivo de humo y brumas.
Este
día aunque no lo parezca al olvido irá,
estos
caminos y horrores, corriente de voces
que
abomino, más allá de todo abismo callo
lo
que vivir no quiero, pero buscan mi carne
las
monstruosas fauces del sacrilegio infame.
Días
y noches absorto con mis luchas, ¿el frío
y
el abandono?, será cierto pero no sé tanto,
será
un asesino y tampoco sé, voz que lejana
en
mí desconoce su camino, ¿tendré esperanza,
algún
día llegaré y podré descansar, renacido?
Ningún
pensamiento me interesa, lo que sienta
será
una sombra, algo de confusión, sin la luz
ni
el amor, como guerrero olímpico y no caigo,
si
la fuerza que me rodea ¿quién dice amparo?,
esa
fuerza que desde el comienzo acompaña.
No
quiero más que buscar tesoros, lo mejor
sin
que lo lamente, y me metí en un camino
desconocido,
tal vez al final del camino vea
y
pueda decir más, tal vez si no dejo la luz,
si
aprendo hasta el final lo que da la vida.
Confío en tu palabra
No
es posible que me abandones, tu promesa
fue
una enseñanza y no sé cómo pero puedes,
tienes
los misterios, tienes la fuerza y el amor,
¿cómo
lo sé?, ¿me preguntas tu que lo sabes?,
¿será
una prueba con palabras, pides mi amor?
No
me preocuparé, te dejo mi carga y que pase
lo
que decidas, creo que decisión así de grave
no
me corresponde, podría pero mejor me confío
en
quien me demostró su gran amor, con su Hijo,
y
lograré tesoros sin más esfuerzo que los demás.
Aun
equivocado con tu fuerza lucharé, ¿contigo?,
sí,
porque no dejas que tome cualquier camino,
después
habrá una fiesta y cantaremos, ¿amor?
serás
el Padre que necesitamos, a quien fiamos
para
prosperar y quedar para siempre a tu lado.
Mejor
fuera que no pase más, nosotros venciendo,
tú,
Padre Santo, misericordioso y uno de barro
en
tus manos, ¡benditas manos que bendicen!,
¡dichoso
barro recibiendo!, siempre espera más
porque
tú no te quejas, solo confías que obedezca.
Eres
lo único que tengo si me tienes a mí,
siendo
el Amor, siendo la Luz, siendo Eterno
sabes
lo que necesito, Tú mismo, y te me ofreces
como
alimento, no solo buen amigo que alegra
con
sus palabras, que acompaña y protege.
Decidí
lo más fácil, que tú me ayudas a tenerlo,
necesitando
que camine siempre hacia la luz,
y
no me reprochas nada, aun si me castigas
no
me cobras mis deudas, solo me orientas
hacia
ti, me salvas de mí y así me salvas.
No importa si lo quieren
¿Será
posible una buena vida?, me pregunto
como
se pregunta uno tantas cosas, soñando
con
los ojos abiertos, se dice que los cierre
pero
¿así para qué vivir?, y descubrí la vida:
es
posible a pesar de crimen, mentira y locura.
Si
no fuera por abrir los ojos no entendería
que
el amor nos guía o perecemos, ilumina
para
que tengamos la esperanza, nos fortifica
haciendo
que crezcamos, ¿por qué las dudas?,
es
que falta algo, quién arriesgue enseñando.
Y
busqué aún lleno de esperanza, ojos abiertos,
voz
temblorosa, rumbo incierto pero amando,
incluso
preferí olvidar los textos acostumbrados,
aprendí
dulzuras y amarguras, soledad y silencio,
fui
mejor y el milagro comprendí, era el Señor.
Un
día sin amor es posible pero llegan sombras,
una
vida marchita lo desprecia sin una palabra
como
el sacrificio, incluso puede hacer negocios,
entonces
estamos solos y oprimidos, sin rebeldes
que
son envidiados, parecen dioses, como Jesús.
Eso
fue bueno saberlo y me acerqué al milagro,
sin
temor y confiando me limpiara, ¿será así?,
incluso
lo creí posible, lo hizo una vez cenando,
lo
volvería a hacer por mí, en su mesa con su pan,
sería
meterme en su corriente que no me ahoga.
Lo
tengo pensado y Él no me lo va a impedir,
les
dejo el campo que me toca a mí, limpio
para
que no digan nada, vacío de toda mi vida,
y
la despreciarán pero no escucharé, alejado
y
cercano en la calle no hablarán, condenados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario