viernes, 7 de marzo de 2014

Buscando un amigo (Parte 1)



Esa cercanía

Dime sombra mía si caminas porque quieres,
dime que no voy solo con sueños luminosos
y oyes mi tristeza, en algún rincón la muerte
con ávidas fauces llama, y busco una estrella
que comprenda mi llanto y me guíe amorosa.

Soy humano cuando pido alegrías pero temo
esa sombra que no conozco y calla a mi lado,
si fuera como todas, si tuviera sello conocido
y no dejara que me hunda en miedo tenebroso,
si fuera mi confidente y mieles su compañía.

¿Qué las cercanas voces arrastrando cadenas?,
tal vez alguien pretenda alejarme de mi meta
pero no lo sigo, tal vez adelante mi descanso
y conciencia nueva, luminoso sin los vicios
del que cae y lejano se revuelca en sus heces.

Puedo con la noche establecer modo de reír
y alguien verá los frutos que el mundo tiene,
pero nunca se supo de un muerto indagando,
¿tal vez querrá acercarse al feliz transeúnte
y pedirle un poco de la sangre de sus venas?

No me queda interés por sistemas anteriores
con sus testigos, no busco pasos renovados
que recuerden lo que he sido, si hay sombras
pidiéndome la voz de un muerto, sus modos
y las cadenas, si no quiero vendrán por mí.

Era el cielo lo esperado, acíbar que bendigo
este día con quejidos amorosos, he muerto
porque he querido ¿pero mi amada sombra?,
ella me espera para que sigamos el camino
y estoy seguro que con cantos nos veremos.


Podría dar muchos pasos

Muerto el sentimiento del despojo, sueños
que no se nutren con mis pesares, hoy dije
una vida misteriosa, no sé ninguna palabra
para que la vean pero quisiera, es tan mía
como mis temores y la huella que les dejo.

Tal vez si hubiera quién espere mi regalo,
tal vez si viniera silencioso comprendiera
lo que busco, una puerta salvadora para mí
y la sombra amiga, pesares eran compañía
que no entendía, fugitivo de humo y brumas.

Este día aunque no lo parezca al olvido irá,
estos caminos y horrores, corriente de voces
que abomino, más allá de todo abismo callo
lo que vivir no quiero, pero buscan mi carne
las monstruosas fauces del sacrilegio infame.

Días y noches absorto con mis luchas, ¿el frío
y el abandono?, será cierto pero no sé tanto,
será un asesino y tampoco sé, voz que lejana
en mí desconoce su camino, ¿tendré esperanza,
algún día llegaré y podré descansar, renacido?

Ningún pensamiento me interesa, lo que sienta
será una sombra, algo de confusión, sin la luz
ni el amor, como guerrero olímpico y no caigo,
si la fuerza que me rodea ¿quién dice amparo?,
esa fuerza que desde el comienzo acompaña.

No quiero más que buscar tesoros, lo mejor
sin que lo lamente, y me metí en un camino
desconocido, tal vez al final del camino vea
y pueda decir más, tal vez si no dejo la luz,
si aprendo hasta el final lo que da la vida.


Confío en tu palabra

No es posible que me abandones, tu promesa
fue una enseñanza y no sé cómo pero puedes,
tienes los misterios, tienes la fuerza y el amor,
¿cómo lo sé?, ¿me preguntas tu que lo sabes?,
¿será una prueba con palabras, pides mi amor?

No me preocuparé, te dejo mi carga y que pase
lo que decidas, creo que decisión así de grave
no me corresponde, podría pero mejor me confío
en quien me demostró su gran amor, con su Hijo,
y lograré tesoros sin más esfuerzo que los demás.

Aun equivocado con tu fuerza lucharé, ¿contigo?,
sí, porque no dejas que tome cualquier camino,
después habrá una fiesta y cantaremos, ¿amor?
serás el Padre que necesitamos, a quien fiamos
para prosperar y quedar para siempre a tu lado.

Mejor fuera que no pase más, nosotros venciendo,
tú, Padre Santo, misericordioso y uno de barro
en tus manos, ¡benditas manos que bendicen!,
¡dichoso barro recibiendo!, siempre espera más
porque tú no te quejas, solo confías que obedezca.

Eres lo único que tengo si me tienes a mí,
siendo el Amor, siendo la Luz, siendo Eterno
sabes lo que necesito, Tú mismo, y te me ofreces
como alimento, no solo buen amigo que alegra
con sus palabras, que acompaña y protege.

Decidí lo más fácil, que tú me ayudas a tenerlo,
necesitando que camine siempre hacia la luz,
y no me reprochas nada, aun si me castigas
no me cobras mis deudas, solo me orientas
hacia ti, me salvas de mí y así me salvas.


No importa si lo quieren

¿Será posible una buena vida?, me pregunto
como se pregunta uno tantas cosas, soñando
con los ojos abiertos, se dice que los cierre
pero ¿así para qué vivir?, y descubrí la vida:
es posible a pesar de crimen, mentira y locura.

Si no fuera por abrir los ojos no entendería
que el amor nos guía o perecemos, ilumina
para que tengamos la esperanza, nos fortifica
haciendo que crezcamos, ¿por qué las dudas?,
es que falta algo, quién arriesgue enseñando.

Y busqué aún lleno de esperanza, ojos abiertos,
voz temblorosa, rumbo incierto pero amando,
incluso preferí olvidar los textos acostumbrados,
aprendí dulzuras y amarguras, soledad y silencio,
fui mejor y el milagro comprendí, era el Señor.

Un día sin amor es posible pero llegan sombras,
una vida marchita lo desprecia sin una palabra
como el sacrificio, incluso puede hacer negocios,
entonces estamos solos y oprimidos, sin rebeldes
que son envidiados, parecen dioses, como Jesús.

Eso fue bueno saberlo y me acerqué al milagro,
sin temor y confiando me limpiara, ¿será así?,
incluso lo creí posible, lo hizo una vez cenando,
lo volvería a hacer por mí, en su mesa con su pan,
sería meterme en su corriente que no me ahoga.

Lo tengo pensado y Él no me lo va a impedir,
les dejo el campo que me toca a mí, limpio
para que no digan nada, vacío de toda mi vida,
y la despreciarán pero no escucharé, alejado

y cercano en la calle no hablarán, condenados.

No hay comentarios.: