viernes, 7 de marzo de 2014

Buscando un amigo (Parte 5)



Diálogo y mentiras

No estoy dispuesto a buscar vidas para fingir,
esto hacen los que no conocen vida y verdad
que desprecian, sería más fácil dejar como está
el camino y callar, que todos tienen lo suyo,
incluso si mienten, pero es uno el que vive.

Estas palabras son mías, pensando en Jesús
he ido ensartándolas, hago una tienda con ellas
para que llegue y acompañe mis sueños y gozo,
tendré para ellas el cuidado que me dé el amor
y espero que le gusten porque nunca le finjo.

Voy sin rodeos al diálogo que un vecino ofrece
y no encuentro su cara, le creo interés y espío
su ciencia, ¿qué busca, qué dice, será verdadero?,
así reconozco detalles, tal vez cachos, cola y azufre,
pero no es compañero, no enseña la vida que es.

Con Jesús son charlas sencillas, pensar y decir
lo que sea sin disfraz, ver mundos, recorrerlos
sin detenerse a pensar en regreso, puedo confiar
que no me pierdo y estoy en mi sitio, ¿soñando?,
creando y enseñando según su mensaje y amor.

He aprendido, en diálogo con Él, a ser selectivo
para no perder el tiempo o algo peor, carreras
y disgustos, un problema habrá con los vecinos
de mi tienda pero los quiero afuera, sería fácil
si Jesús me hace digno que no pasen de la puerta.

Estas cosas del diálogo y tienda de palabras
no las digo porque sí, es mi asunto y de Jesús,
con Él hablo francamente y todo es mejor,
no me canso con ½ hora charlando, feliz
lo haría muchos días pero eso no le gusta a Él.


Única oportunidad

Deseos vergonzosos no tengo, muchas cosas
hay que me gustan pero no me pego de ellas,
y me quedo muy tranquilo si no las tengo,
libre de toda cadena y amargura, reflexiono
que me apunté a lo grande y puedo esperar.

Dice Jesús que tenga paciencia que la gloria
llega y descansamos, no será como imagino
por ir su maravilla más allá de mi inteligencia,
se lo agradezco y prometo manejarme muy bien,
no es que sea más duro pero débil es el barro.

Sirvo para lo que me pida aunque el día anterior
no supiera, Él sabrá por qué me elige, si algo gusta
sería el mejor para complacerlo, y que no me digan
nada que interrumpen, si a Él le place los atiendo
y a sus pies me tienen, pero háblenle con respeto.

Mis servicios tienen sentido porque son de Él,
amoroso y generoso, sin rencores, su sacrificio
acepto para ser parte suya, y al fin de la jornada
me presentó por un denario que habré de merecer,
si se apiada de mí y no me abandona en esa hora.

Prefiero que me dé su suerte, que nunca será peor
a lo que les espera por no escuchar y creer, amigo
que deja todo por mí y me da un denario por un rato
trabajando, le hablo de su boda y me invita, dulce
comienzo de mi eternidad, para siempre la vida.

Falta poco me digo con frecuencia y no me afano,
en mi última hora a mi lado estará, Médico y Rey
y más que eso mi hermano, que diga como quiera
que solo misericordia y generosidad se puede esperar,
ya no tengo más y me alegro aunque pese su cruz.


Solo tú sabes cuándo

Los tiempos han cambiado, la vida sigue igual,
en esta circunstancia hacemos con experiencia
que recibimos, y escalamos hasta donde ninguno,
o se parte de cero y no se llega a ninguna parte,
así estudió a Jesús, con su historia me abre los ojos.

¿Estamos, hermano, en los últimos tiempos?, lo dicen
desde tu sacrificio y lo creo, tal vez uno se cansa
y no entiende que estas cosas suceden distinto,
como el Pueblo de Dios esclavizado, imperios
que caen, nuevas culturas y siempre tu amor.

Si vamos juntos no me preocupo, estoy tranquilo
pues eres Tú el que decide los que han de caer,
nos van a buscar y te encuentran a Ti, manso
y justo, feroz león buscando su presa, pastor
que apacientas con suave cayado tu grey.

Quisiera saber hasta cuando esperar tu favor,
si algo me falta es contigo que cuento, Tú amas
y eres seguro refugio, fortaleza, pan y consuelo,
¿tal vez necesito otra experiencia dura y cruel?,
¿o será mi cansancio que me dice amarguras?.

Me alegra que haya quién escuche y comprenda,
y ese eres Tú con tu amor, tu ciencia y tu fuerza,
solo sé que como digas es mejor, pero me canso
y quiero llegar ya mismo al día que me prometiste,
ya falta poco, según parece, pero no sé cuándo será.

Esta mi vida no tiene valor si me alejo, gracias
a que me metí y no tengo salida, misericordioso
Señor de la vida nunca faltas a una promesa,
así que mejor duermo y descanso un poco
que mañana será otro día, estaré alegre y feliz.


Gracias por todo, hermano

Todo lo que he aprendido por la vida luchando,
no solo promesa sino realidad en crisis, fulgor
divino, me lleva a entender con visión del Señor
mostrando el dolor pero al final descanso y paz,
esto no se niega o perdemos la historia y su paso.

Me pregunto con ciencia que el Señor me concede
para su obra, si habrá valor en todo esto, si puedo
disfrutar mieles que obtengo con ello, si basta
para mi anhelo de gloria y mi voluntad de vencer,
también pregunto si así puedo estar satisfecho.

Nada tiene sentido, ni vale un centavo, no importa
mi gusto si el Señor me abandona, si hago un juego
que no sea cosa de Él, no puedo siquiera sonrisas
oyendo halagos y aplausos, por tanto que hicimos,
no me queda nada cuando hago mis cuentas.

Solo inclino mi cara, levanto la vista y me animo
pensando en tu amor, solo el polvo que palpita
en esta jornada antes del amanecer, pidiendo
que lo bendigas y enseñes de nuevo, podría
seguir sin temblar ante tal pequeñez, espero.

Esto que siento y me pasa en este momento
ya lo pensé no sé cuántas veces, solo pensé
que así tiene que ser, Tú eres el que sabe,
me tienes en tus manos y te agradezco
sin reclamarte, ¿a quién más se lo digo?

Contigo lo mejor y para mí quiero solo eso,
el precio no importa, es superior la ganancia,
y mi vida que pierdo si no te concedo todos
mis sueños, anhelos humanos que Tú conoces

mejor, por eso la dejo de nuevo en tus manos.

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