Una cosa me pasa que no entiendo, no solo el sueño de pasear por un parque que no recuerdo, es que no veo nada raro pero siento ganas de salir corriendo, ¿cómo si me esperaran?, ¿cómo si me buscaran?, lo sabría si no despertara pidiendo ayuda.
Mi mamá dice que son los fríjoles que como antes de
acostarme, pero ¡si nunca me han hecho daño!, ¡si me gustan tanto!, tal vez sea
ella que no me quiere y les echa algo, ¡cómo nunca estuve de acuerdo en que se
alejara de mi papá!, que quisiera dejarlo sin nada.
Me parece oírla cuchicheando con alguien, ¿será el
vecino?, oigo muerte, extranjero y pelea callejera, pero si el vecino murió de
indigestión hace años y yo nunca le conté a nadie lo que sabía de sus
encuentros, tal vez está asustada por algo y no dice más que coma rápido.
Esa sombra en la puerta, esas sombras que se acercan
volando, y no le avisé a mi papá lo que había visto, nunca quise que sufriera
pero se enojó por culpa de mi mamá, que me estuvo alimentando con mimo desde
ese día: ¡Nooo.., déjenme salir, quiero comer hamburguesa y pizza”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario