miércoles, 22 de enero de 2014

“Introducción a los ERP” (Parte 2)

Trabajo semana 2 Curso 330204 del SENA-
ERP- Sistemas de Planeación de los Recursos de la Empresa


Etapas de la implementación
   a)    Organizar el Proyecto: Los sistemas ERP se podrían catalogar como sistemas selectos que solo pueden ser implementados por algunas empresas, ya que los costos que estos representan son muy altos. Es decir, cuando las empresas cuentan con el dinero, los equipos, la infraestructura y la disposición de personal para la implementación de este tipo de sistema, se puede decir que se debe de dar el primer paso, organizar cómo es que va a funcionar y desarrollar el proyecto que dará una nueva funcionalidad y visión de los recursos y procesos de la organización a cada área de la empresa.
   b)   Definir las Medidas de Desempeño: Cuando el proyecto se ha planteado, se deben definir las actividades que se deben realizar para poder llevarlo a cabo. Se debe tener en cuenta hasta el más mínino detalle, para la implementación del sistema ERP.
   c)    Crear un Plan Inicial Detallado del Proyecto: Como todo proyecto, la implementación de un sistema ERP implica una adecuada distribución de tiempo, empleados, funciones y recursos; por lo cual es de vital importancia que se planifiquen cada una de las actividades que se llevan a cabo, que se construya una bitácora que guie cada uno de los pasos a seguir.
  d)   Capacitar al Equipo para el Proyecto: Como los sistemas ERP son nuevos, se debe hacer una capacitación en la cual se incluyan cada uno de los empleados que posteriormente ante este se van a desenvolver. Esta implantación se torna en una situación nueva que revoluciona el quehacer diario del talento humano.
  e)    Revisar la Integridad de la Base de Datos: Constituye uno de los pasos más importantes en la implementación de cualquier sistema de información, pero en especial de los sistemas ERP. La base de datos se convierte en el eje central del proceso, es la encargada de almacenar, distribuir y reportar la información que se va a manejar en los distintos niveles de organización.
   f)     Instalar el Nuevo Hardware: El hardware o parte dura del proceso, es una de las mayores inversiones de la empresa, se debe abolir la vieja tecnología utilizada por la empresa, para instalar nuevos equipos que puedan dar soporte al desarrollo de un sistema.
  g)   Instalar el Nuevo Software: Este se convierte en una sala piloto o una sala de prueba, la cual será utilizada en todo el proceso de instalación del sistema. Se debe tener un continuo cuidado de cada uno de los pasos realizados, ya que el software es la médula espinal del sistema.
   h)   Capacitar Masa Crítica: Se refiere al personal de la empresa, se define como crítica y que refiere al personar que va a estar directamente relacionado con el nuevo sistema, es decir el que va a estar en continuo contacto y el encargado de la manipulación del mismo.
   i)     Entrenamiento Sala Piloto: Una vez instalada la sala piloto, se debe pasar a la utilización de la misma por medio del entrenamiento que al personal se le dará de ella.             
  j)     Integración de Datos: Consiste en la recopilación de la información proveniente de diferentes fuentes o áreas organizacionales, que hasta el momento han sido organizados, estos se convierten en la base del funcionamiento del sistema.
   k)    Ejecución: Poner en marcha el sistema ERP no es fácil, se debe pasar por todas las etapas anteriores teniendo en cuenta que el éxito o fracaso en cualquiera de ellas puede limitar la ejecución del sistema.
   l)     Mejoramiento Continuo: Tener un registro del desarrollo del sistema, hacer una continua retroalimentación de este e implementar un mejoramiento continuo, son las características de las compañías que han sido victoriosas en la implementación de este tipo de sistemas.

Costos de implementación del ERP
Las empresas proveedoras de los sistemas ERP´s, están reduciendo sus precios e incluso, algunas están ofreciendo soluciones accesibles, mediante financiamiento. Además, ya están enfocados en la renta de herramientas, lo que hace que la implementación sea casi inmediata, con una inversión mínima y con resultados visibles en muy poco tiempo. A pesar de esto, dichas aplicaciones suelen ser todavía muy costosas para algunos empresarios, y al mismo tiempo sienten la implementación muy dolorosa e infinita.
Existen varias alternativas en la dirección de conseguir que la adopción de un ERP por una PYME sea económicamente viable:
  • La adquisición a crédito de un ERP preconfigurado. 
  • La utilización de soluciones soportadas en Open Software, como las que surgen de la alianza de IBM y Linux. 
  • La subcontratación del servicio de ERP a través de un ASP (Application Server Provider)
En este caso nos enfocamos al PSA o ASP (Proveedor de Servicio de Aplicaciones), quien adquiere las licencias del ERP y además cuenta con la infraestructura de servidores, sistema operativo, DBMS e incluso personal para la administración de la infraestructura y el soporte técnico. La PYME no requiere adquirir toda esta infraestructura para realizar la implantación, y en general sólo requiere invertir en PCs habilitadas con un browser y una conexión rápida a Internet. Además, por el hecho de “rentar” la aplicación, no se ocupa capacitar por tanto tiempo a los trabajadores. De esta manera, la empresa puede utilizar sus recursos, en otros aspectos “débiles” de la empresa.
Se pronostica que los PSA tengan un crecimiento de un 80% en los próximos años, debido a que las soluciones ERP tradicionales pueden agruparse en diferentes niveles de costo. Por ejemplo, los más caros son aquellos como PeopleSoft, SAP u Oracle, pues tan sólo tres o cuatro de sus módulos cuestan en promedio 800 mil dólares como mínimo, por lo tanto, una empresa mediana que quisiera comprar cinco módulos ya estaría gastando un millón de dólares, únicamente en lo que corresponde a licencias.
Existe un segundo nivel de ERP, en el que bien puede catalogarse, por ejemplo, a JD Edwards, cuyo costo promedio es de 400 mil dólares, mientras que el tercer nivel ubica los precios entre 80 y 300 mil dólares. A todo esto se le tiene que sumar el gasto por concepto del equipo o hardware, la consultoría, la capacitación, la infraestructura y las actualizaciones.
Hay que tener esto último muy en cuenta, ya que son muchos los casos que se presentan, donde empresas que incursionan en esta nueva tecnología, sufren pérdidas tan grandes, que la estabilidad de la empresa se pone en juego, teniendo como consecuencias desde una época de crisis, hasta la desaparición de la misma.

Éxito y fracaso de la implementación de sistemas ERP

La literatura sobre implementación de sistemas ERP identifica una serie de factores que son críticos para el éxito de la implementación de estos sistemas en las organizaciones. Aladwani (2001) establece que dentro de las políticas organizacionales para promover la implementación exitosa de un sistema ERP, deben incluirse estrategias para ejecutar los procesos de cambio requeridos y técnicas para la gestión de dicho cambio, la administración del proyecto, una estructura organizacional y de recursos definida, estilos e ideologías gerenciales claras, y comunicación, coordinación y compatibilidad entre las características funcionales del sistema y la organización.
Por su parte Hong y Kim (2002), y Ifinedo y Nahar (2009) señalan que uno de los temas más importantes para las empresas que desean adoptar un sistema ERP, es contar con una estructura organizacional perfectamente estructurada. Nicolaou (2004) señala también que entre los factores más importantes que se deben tener en cuanta, es la elección de los proveedores del sistema ERP; el ámbito de la aplicación, la magnitud del cambio en los procesos de negocio, los beneficios esperados, la justificación de la implementación del ERP y el cambio de directrices en la dirección del proyecto cuando este se está implementando.
Según Singla (2008), son tres los factores que pueden asociarse al fracaso de la implementación de un ERP: pobre planificación o administración del proyecto (incluyendo el proceso de selección y adquisición del sistema), cambio de los objetivos de la organización durante la ejecución del mismo y falta de apoyo por parte de la gerencia de la organización.

Los cambios en los procesos de negocio que trae consigo la implementación de un sistema ERP, también es otro de los factores que destacan Gattiker y Goodhuez (2002). Estos autores afirman que estos cambios pueden aumentar o disminuir la alineación del sistema con la estrategia empresarial. En grandes niveles de integración, como los que se llevan a cabo al adoptar sistemas ERP, los pequeños errores de los usuarios pueden propagarse rápidamente a través de toda la organización. Los problemas que pueden presentarse, durante y después de la implementación del sistema, pueden conllevar a que la organización no obtenga los beneficios esperados, o incluso impidan la recuperación de todo el esfuerzo y todas las inversiones destinadas en la implementación del mismo. Las implicaciones que tienen los ERP en las áreas funcionales de la empresa, son positivas siempre y cuando se implemente con éxito el sistema ERP y sean plenamente entendidos como una estrategia que trae consigo un cambio organizacional.

Morris y Venkatesh (2010) proponen que el éxito o el fracaso de un sistema ERP raramente está ligado a sus características tecnológicas en sí, sino más bien que se encuentra vinculado con el trabajo o la reingeniería de los procesos que suelen acompañar su implementación; ya que típicamente involucran un amplio número de rediseños de los procesos de negocio y el desarrollo de nuevos aplicativos para soportar esos nuevos procesos, influyendo directamente en los usuarios y generando resistencia en estos, debido a los cambios que el sistema pueda provocar en el contenido de su trabajo o por la incertidumbre que trae consigo la incorporación de esta nueva tecnología a la organización.
Gupta y Kohli (2006) proponen que la implementación y post-implementación exitosa de los sistemas ERP, requiere de la participación activa de los altos directivos de las diferentes áreas funcionales de la organización. Esto con el fin de delimitar los posibles efectos adversos en los diferentes niveles de la compañía, así como los niveles estratégicos funcionales; volviéndose un proceso iterativo que implica que el curso de acción social sea claramente limitado, tanto por las propiedades organizacionales de la firma, como por las propiedades estructurales y de arquitectura del ERP.
Peslak (2006) sugiere que tanto el costo como el tiempo, son variables significativas que afectan la implementación exitosa de los sistemas ERP (siendo para los directivos de las organizaciones el primero más preponderante que el segundo). De igual forma, Raymond y Bergeron (2008) afirman que para tener el éxito esperado, las empresas deben llevar a cabo proyectos que se ciñen a los tiempos y costos contemplados desde su inicio y cumplir con las expectativas para las cuales fueron desarrollados; todo esto a través de una gestión del riesgo. Sin embargo, a pesar de la importancia estratégica que provee la adopción de un sistema ERP para las organizaciones, son inusualmente altas las tasas de fallo en sus implementaciones, poniendo a veces en peligro las operaciones básicas de la organización ejecutora.

SISTEMAS ERP Y LA CULTURA ORGANIZACIONAL

La implementación de un sistema ERP es considerado como un ejercicio complejo en innovación tecnológica y en cambio organizacional; siendo denominado por Kumar et al., (2002) como "la revolución de toda la organización", debido a la gran cantidad de cambios que se aportan a la estructura de la organización y a su cultura.

Desde el punto de vista tecnológico, Goepp et al., (2008) nos plantea que la integración de nuevas tecnologías a la organización, se refería inicialmente a la solución de problemas de conexión entre diferentes dispositivos y al intercambio de información entre diversas aplicaciones informáticas; sin embargo, hoy en día, en una economía donde la única certeza es la incertidumbre y el cambio continuo es la característica constante de la actividad empresarial, la revolución de las tecnologías de la información ha propiciado la integración empresarial como un nuevo paradigma, donde juega un papel preponderante el comportamiento de la organización frente a esta nueva tecnología.

La importancia de las IT para las organizaciones radica en dos aspectos fundamentales: el grado de dependencia en que pueda incurrir a partir del uso de esta tecnología y en la importancia que esta tecnología adquiere en función del cumplimiento de sus objetivos, como parte fundamental de la estrategia de la organización. Teóricos de la organización, como Begeron et al. (2001), afirman que las empresas luchan para sobrevivir y prosperar en mercados que son cada vez más dinámicos, inestables y competitivos. Mercados en los cuales las empresas se perciben en entornos llenos de incertidumbre, donde la información juega un papel cada vez más importante, induciéndolas a un uso cada vez más amplio de IT, y dentro de estas los sistemas ERP, por considerar que ofrecen ventajas competitivas en su estrategia.
Ngai et al. (2008), por el contrario, considera que la mayoría de los modelos de ejecución subestiman la importancia de la elección del ERP como estrategia; creando la disyuntiva en las organizaciones, al tener que decidir entre cambiar el software para adaptarlo a la línea de negocios de la firma, o determinar si la organización está dispuesta a cambiar su flujo de negocio para adaptarse al software, dando origen a un problema desde el punto de vista cultural por las implicaciones que esto conlleva.
Yilmaz y Ergun (2008) y Zheng y McLean (2010), basados en el trabajo de Schein (2004), hacen referencia a cuatro dimensiones de la cultura organizacional referentes a los sistemas ERP: la adaptabilidad, la consistencia, el envolvimiento y misión.
1)    La adaptabilidad se refiere al grado de habilidad que tiene una organización de alterar su propia conducta, sus estructuras y los sistemas requeridos para sobrevivir a los cambios del entorno, generados por la implementación del nuevo sistema.
2)    La consistencia se refiere hasta qué punto las creencias, valores y expectativas, son sostenidos de forma consistente por todos y cada uno de los miembros de la organización.
3)    El envolvimiento se refiere al nivel de participación de los miembros de la organización, en las decisiones y acciones de implementación y post-implementación.
4)    La misión, referida a la existencia de una definición compartida del propósito que busca alcanzar la organización, con la adquisición del sistema ERP.

Con el fin que las organizaciones alcancen una integración completa de los recursos con que cuentan, en búsqueda de una cultura organizacional propia, Zheng y McLean (2010) proponen que se requieren dos elementos estructurales: 1) un alto grado de participación de los miembros de la organización, para facilitar la coordinación de las actividades requeridas durante la implementación y post-implementación del sistema ERP, y 2) coherencia en la ejecución de las mismas; siendo necesario establecer mecanismos que permitan acuerdos sobre cuestiones fundamentales y a la vez permitan la reconciliación de las diferencias que pudiesen surgir en el camino, con el fin de alcanzar metas comunes. En este aspecto debe tenerse claro, que el cambio cultural es más exitoso cuando existe una integración de los valores y creencias que comparten los miembros de la organización a la estrategia fijada por los directivos.

Los sistemas ERP ofrecen soluciones genéricas, que en muchos casos no son lo suficientemente adaptadas a las culturas organizacionales propias de cada firma; conduciendo a que los proyectos de implementación de estos sistemas se tornen costosos y tomen más tiempo del proyectado. Las fuentes y tipos de resistencia de los usuarios a una nueva tecnología, tales como los sistemas ERP o las innovaciones tecnológicas, pueden identificarse en dos fuentes fundamentales: 1) el riesgo percibido a la decisión de adoptar la innovación y 2) el hecho de dejar de ejecutar prácticas habituales para la organización.
Es entonces cuando la resistencia al cambio, es identificada como un factor crítico de éxito a la hora de implementar un sistema ERP, ya que ésta puede ser vista por algunos empleados como negativa, al percibir al sistema como una amenaza para sus puestos de trabajo.
Ifinedo y Nahar (2009) señalan que los miembros de las organizaciones que se encuentran satisfechos con los actuales sistemas de TI, tienden a no tener una opinión positiva sobre los nuevos sistemas adquiridos, por lo cual se debe hacer comprender, como primera medida, el por qué se requiere esa nueva herramienta y el por qué se necesitan ciertos comportamientos y rutinas para llevar a cabo el cambio para la apropiación de dicha tecnología; y seguidamente, recalcar que la capacidad de los sistemas ERP para difundir oportunamente la información, a través de toda la organización, les permitirá mejorar la toma de decisiones; lo cual redunda en un aumento de su nivel de autoridad y productividad. No se puede olvidar que los sistemas ERP, por ser sistemas integrados, promueven la cooperación entre grupos y el trabajo en equipo, la especialización y el conocimiento de los procesos de negocio y ayudan a delegar autoridad y responsabilidad desde la gerencia a los diferentes entes de la organización.
Aladwani (2001) propone para contrarrestar dicha resistencia al cambio, dos aspectos fundamentales: 1) fortalecimiento de las actitudes de los miembros de la organización, tanto gerenciales como por parte de los trabajadores y 2) participación activa en el proyecto.
Todo proceso de transformación cultural debe servir de guía a los trabajadores, con el fin de mantener y mejorar el crecimiento de la organización y propiciar mecanismos para controlar las reacciones emocionales de sus miembros, derivadas de factores como amenazas a la autoestima, ansiedad, confusión e incertidumbre que son propios del cambio. Es entonces cuando los procesos informativos toman gran importancia para las organizaciones, porque vinculan a los diferentes actores con los objetivos de la organización, e incluso con los problemas de la sociedad.
De acuerdo a Guidroz et al. (2010), existen algunas pautas a tener en cuenta dentro del proceso de cambio organizacional:
1)    Expectativas claras del proceso que se quiere realizar por parte de los directivos, con el fin de ser entendibles por toda la organización.
2)    Comunicación efectiva en todos los niveles de la firma (canales de comunicación efectivos).
3)    Un proceso de seguimiento a través de todo el proceso de cambio.
4)    Un equipo humano capacitado que ayude a los demás miembros de la organización a entender y asimilar el cambio, con un programa de entrenamiento y retroalimentación definido.

¿Por qué fallan muchos procesos de cambio?

La historia de los proyectos de implementación cuenta con un sin número de éxitos pero también de varios fracasos. ¿Por qué existe tal disparidad de resultados tratándose del mismo producto de software? La respuesta rápida fue tratar de identificar las características distintivas de unos y de otros. ¿Será que este ERP es más exitoso en determinado tipo de industrias que en otras? ¿Será que es más eficiente para cubrir determinadas áreas funcionales que otras? ¿Será que una versión habrá sido más exitosa que las anteriores?
La decepción llega rápidamente cuando no se puede encontrar una correlación directa que hubiera podido denotar una tendencia de alguna de aquellas hipótesis. Al fin, la conclusión nos lleva a reconocer que la implementación de un ERP se trata de un proceso de transformación, un proceso de cambio profundo de la Organización y, como tal, las variables que conducen al éxito o al fracaso son mucho más enrevesadas, no necesariamente de sustento tecnológico y de naturaleza compleja.
Parece una obviedad concluir que la calidad de los resultados está en relación directa con la calidad del equipo de proyecto, fundamentalmente en la conducción del Proyecto. Un liderazgo visible de la alta dirección, delegando la administración del proyecto en una persona prestigiosa de la organización, con apertura mental hacia los procesos de cambio, capacidad de convencimiento y de adopción de las mejores prácticas embebidas en el sistema, es el primer paso hacia el éxito del proyecto.
El equipo de proyecto de implementación de un ERP tiene un importante peso en los resultados del proceso. Normalmente consiste de un Gerente del Proyecto, representantes de las distintas funciones del negocio (usuarios claves), el vendedor del ERP, los consultores de implementación y el personal del área de Sistemas de la organización. Es muy importante para lograr los beneficios de negocios esperados, la composición, las habilidades y la experiencia de los miembros del proyecto, tanto en las etapas de diseño y construcción como en el período de post implementación.
Dentro del bagaje de lecciones aprendidas de los casos exitosos de procesos de cambio, no podemos dejar de mencionar que para alcanzar los resultados esperados, usualmente se requiere de un considerable período de tiempo, que excede largamente el período de puesta en marcha de la tecnología. Saltear etapas crea sólo la ilusión de velocidad pero no necesariamente produce resultados satisfactorios.
Las organizaciones que implantaron aplicaciones ERP con la misma metodología que se utiliza para la incorporación de una nueva tecnología, como si fuera un software tradicional, obtuvieron pobres resultados.

                  
EL IMPACTO DE LOS ERP EN LAS ORGANIZACIONES

“El ERP no es un paquete de software, es una manera de hacer negocios”
                                                                                                        Davenport (1998)

 Actualmente nos encontramos en una economía global y competitiva, por lo cual es indispensable que los administradores de las empresas desarrollen estrategias que les ayuden a satisfacer las necesidades de clientes quienes son cada vez más exigentes; anticipándose a sus requerimientos y dándoles un trato personalizado a cada uno de ellos. En la actualidad, las compañías buscan implementar sistemas para que manejen todas las áreas del negocio de tal forma que estén integrados. Muchas han buscado nuevas herramientas tecnológicas para poder optimizar los procesos operativos internos, para así ahorrar costos y ser más eficientes, lo que tiene como consecuencia un mejor posicionamiento y la atracción o bien conservación de clientes. Los sistemas de ERP forman parte fundamental de las estrategias de las grandes empresas actuales.
Es importante que las empresas identifiquen cuales son sus necesidades, para así saber qué sistema implementar; así se evitará elegir un sistema muy sofisticado para una pequeña empresa, lo que provocará que no se recupere la inversión; o bien elegir un sistema muy simple para sus necesidades, lo que implicará rediseñar en un futuro, para lo que se requiere una nueva inversión.
Si bien las Tecnologías Informáticas y de Comunicaciones son tecnologías que no dejan de sorprendernos por su enorme desarrollo en un período muy corto de adopción, se puede vislumbrar un futuro cercano de amesetamiento en su evolución y en su capacidad de lanzamiento de nuevos productos. Su rápido desarrollo y la drástica reducción de costos, han permitido la masificación de su utilización y la posibilidad de explotar sus ventajas en casi todas las Empresas modernas.
Existen motivos para pensar, entonces, que los procesos de negocios puedan seguir un proceso de commoditización tanto en su diseño como en su soporte tecnológico. Es hora, más que nunca que las Compañías se focalicen en la aplicación práctica de la tecnología informática y de comunicaciones que generen o fortalezcan sus ventajas competitivas. Cualquier consumidor, al momento de comprar elige un producto porque el fabricante pague más eficientemente a sus proveedores o porque disponga de un excelente sistema de liquidación de sueldos.
El desafío de conquistar nuevos mercados a través de la diferenciación de sus productos o de sus servicios o el aumento de la fidelidad de sus clientes, debe ser objetivo de toda empresa, explotando al máximo las facilidades que nos brinda hoy la Tecnología Informática. Se podrán liderar los procesos de cambio utilizando las nuevas tecnologías para convertirlas en verdaderas ventajas competitivas o se copiará a los líderes del mercado cuando se transformen en una necesidad competitiva. Lo que no se puede hacer si pretendemos seguir en el negocio, es no hacer nada.
Lo interesante de este enfoque, es pensar en cómo se lograrán ventajas competitivas que permitan diferenciarse de la competencia, en un contexto donde tanto la tecnología como el diseño de los procesos se convierten en commodities, accesibles a todos lo que quieran disponer de ellos. Allí está el verdadero desafío.
La capacidad para seleccionar el ERP más adecuado para su empresa y el logro de los resultados económicos esperados al implementar un modelo completo de procesos no es igual en todas la Empresas. Están aquellos que han tenido éxito y los que no, pero la implementación de un ERP es el primer y mayor desafío para los que buscan reales ventajas competitivas.
El primer paso hacia la justificación de una inversión en un ERP, deberá ser la identificación de los verdaderos procesos críticos del negocio sobre los cuales la Empresa pretende construir sus ventajas competitivas, diferenciándose de la competencia. Allí es donde se deberían poner los mayores esfuerzos de creatividad, haciendo uso de todas las facilidades de las mejores prácticas embebidas en el sistema y de ser necesario, integrando software específico a través de programas de integración.

Impacto organizacional

Con frecuencia se afirma que las tecnologías de la información tienen el potencial para transformar organizaciones e industrias enteras; sin embargo, por el alcance de los sistemas ERP sobre toda la empresa y los desafíos planteados por los cambios organizacionales requeridos, los ERP se distinguen de las demás tecnologías de la información.
Crowston y Myers (2004) exponen que el estudio de las tecnologías de la información es importante por tres razones fundamentales: 1) Los fenómenos organizacionales no son reducibles a ser estudiados como fenómenos individuales; así como los fenómenos industriales no son reducibles a fenómenos organizacionales: “El todo es mayor que la suma de las partes”; 2) Los avances, en particular los tecnológicos, pueden afectar a cada organización de forma única y pueden tener efectos sobre toda la industria y 3) el desarrollo a nivel industrial moldea la forma como se desarrollan estas tecnologías, en procura de satisfacer sus propias necesidades.
Como resultado de la configuración de los procesos de negocio de la organización, a los requerimientos del sistema ERP, estos se ven limitados en el “como” y en el “cuanto”; razón por la cual, cuando la organización propone implementar una iniciativa de cambio, debe tener en cuenta la actitud tanto de empleados como de directivos y probablemente se requiera de nuevas habilidades y nuevas competencias en la organización. El uso de un sistema ERP a largo plazo puede tener efectos relacionados con la racionalización de las operaciones internas, así como las interacciones externas de la cadena de valor de la organización, lo cual puede molestar a los trabajadores por tener que adaptarse a los nuevos procesos de negocio impuestos por el sistema, llegando incluso a causar en éstos estrés laboral, lo cual disminuye su noción de percepción de satisfacción en su ambiente de trabajo.
Sea cual fuere el caso, el funcionamiento adoptado por el sistema ERP debe estar soportado por las políticas operacionales de la compañía; por lo cual al seleccionar un módulo de un sistema ERP, la organización está aceptando una serie de limitaciones particulares de la forma de cómo la organización puede llevar a cabo sus prácticas de negocio.
El desarrollar una actitud apropiada hacia el cambio es una condición previa para el éxito. La diversidad de personalidades que se pueden encontrar en los empleados, hace que éstos respondan de diversas maneras a los cambios organizacionales; dando algunos la bienvenida a dicho cambio con la esperanza de expandir sus horizontes profesionales y con ello sus aspiraciones personales; y otros asumiéndolo con miedo, por considerar que les conllevará a un esfuerzo extra en la realización de sus actividades laborales, e incluso que podría poner en peligro su empleo.
Características como la elección del proveedor, los módulos de aplicación y el período de implementación, ayudan a explicar los efectos resultantes del uso de los sistemas ERP; mientras que las características organizacionales afectan el valor recibido por la aplicación del sistema, en parte por la cantidad y el tipo de incertidumbres que genera al momento de su entrega .

La implementación de proyectos ERP en organizaciones gubernamentales, añade nuevos desafíos debido a que son culturas únicas; sus obligaciones sociales y legislativas son mayores y existe una alta responsabilidad pública. Dado que la implementación de un sistema ERP tiene un gran potencial de cambiar drásticamente el ambiente laboral, cambiando las reacciones de las personas hacia su situación laboral, un factor de éxito para su implementación es tener en cuenta un proceso de gestión de cambio organizacional y el de denotar que su implementación contribuirá en alcanzar una mayor satisfacción de los empleados, particularmente cuando se trata de organizaciones públicas.

CONCLUSIONES

“La Tecnología de la Información es necesaria pero no suficiente”
                                                                                                   Goldratt (2000)
El valor de las tecnologías de información en la actualidad es de un alto valor estratégico, ya que están cambiando la forma en que las empresas realizan sus procesos. Los sistemas de información permiten a las compañías lograr ventajas competitivas de diferentes maneras: coordinando actividades de valor en localidades que se encuentran en una amplia geografía, o también mediante la creación de nuevas interrelaciones entre los negocios, ampliando el alcance de las industrias. Asimismo le sirve a las empresas para soportar sus estrategias competitivas, ya sea para ir un paso delante de la competencia o reducir las ventajas que la misma pueda presentar. 
La tecnología ha ocupado un lugar muy importante en las organizaciones ya que ha permitido que sus procesos sean más efectivos y eficientes. El contar con tecnología que se adapte a los cambios constantes que se generan, es una ventaja competitiva que hace que las organizaciones sigan teniendo presencia en el mercado.
Con la aparición de las herramientas tecnológicas como el ERP que permiten la integración de la información, las empresas se han visto beneficiadas en la administración de la mayoría de sus procesos. Por tanto, implantar un proyecto ERP que involucre a toda la organización es un riesgo que las empresas tienen que enfrentar exitosamente si desean continuar en el mercado. Las tecnologías han pasado de ser un área de soporte y generadora de costos a ser una necesidad estratégica. Las empresas líderes son las que están a la vanguardia en la tecnología, esto es, aquéllas que innovan, tienen éxito y a sus competidoras no les queda más remedio que imitarlas.
Las necesidades cambiantes de las actuales economías, están haciendo que las organizaciones busquen nuevas herramientas que les permitan mantener su competitividad. En este aspecto, una de las tecnologías que más ha comenzado a ser adoptada, es la de los Sistemas de planificación de recursos empresariales o sistemas ERP, representando hasta el 30% de todas las actividades de cambio más importantes de las organizaciones en la actualidad; debido, en gran parte, a la creencia de que su implementación trae consigo ventajas competitivas frente a la industria y que son herramientas estratégicas para la supervivencia en los actuales mercados globalizados.
Uno de los principales objetivos que persiguieron estas empresas al momento de implantar el ERP es la necesidad de tener acceso a información confiable, precisa y oportuna, optimización de los procesos de la organización y la posibilidad de compartir información entre todas las áreas de la organización. Por ende los procesos asociados a Control y Auditoria se ven privilegiados en términos de acceso a los datos para efectos de planificación de Auditorias. Así, uno de los mayores beneficios obtenidos con el uso del sistema ERP en las empresas estudiadas, es la capacidad de integrar diversas áreas de la organización para un mayor control sobre ellas, actividad facilitada por la existencia de una base de datos centralizada, íntegra y actualizada.
El ERP es una poderosa herramienta para integrar los procesos de negocio, proveer información oportuna y segura, que contiene las mejores prácticas de administración de negocios, pero sin embargo no es suficiente para llevar adelante un proceso de transformación y obtener todos los beneficios que se podrían obtener de ella. La tecnología remueve restricciones pero no crea valor por si misma. El valor se obtiene diseñando procesos innovadores que permitan a las Empresas diferenciarse y crear verdaderas ventajas competitivas. Es en el proceso de cambio y no sólo en la herramienta donde está el verdadero desafío del empresario.


Fuentes:

cremc.ponce.inter.edu/.../...

 

EVALUACIÓN DEL IMPACTO ORGANIZACIONAL DE LA ...



IMPLEMENTACIÓN DE SISTEMAS ERP, SU IMPACTO EN LA ...



El impacto de la implementación de un ERP en las Organizaciones

www.vea-asoc.com.ar/archives/note03.pdf

 

Impacto de los Sistemas ERP en las empresas - Monografias.com

www.monografias.com/.../impacto-sistemas-erp/impacto-sistemas-erp...

 

Planificación de Recursos | Beneficios e Impacto al Implementar ...

www.lanzateya.com/article.php?At=458

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