miércoles, 22 de enero de 2014

“Introducción a los ERP” (Parte 1)

Trabajo semana 3 Curso 330204 del SENA-
ERP- Sistemas de Planeación de los Recursos de la Empresa                                                

INTRODUCCIÓN
En la economía actual, la globalización y la internacionalización de los mercados hace que las organizaciones se enfrenten a nuevos retos y a nuevos competidores, obligándolas a tomar decisiones en procura de aumentar su competitividad, mejorar su eficiencia operativa, sus niveles de flexibilidad, confiabilidad y su calidad; el entorno global en el que se desarrollan las empresas ha provocado que sólo las más eficientes logren el éxito. A pesar de estar en un buen negocio, muchas organizaciones no son capaces de aprovechar el entorno y es común que el mal manejo de la información les lleve a alcanzar pérdidas importantes en su organización.

Una posible solución para obtener un mejor control de las operaciones en una empresa es la implementación de un sistema Enterprise Resource Planning (ERP), definido por Deloitte y Touche, como un sistema de software de negocios que permite a las compañías automatizar e integrar la mayoría de sus procesos, compartir datos comunes y prácticas a través de toda la empresa, producir y acceder a la información en tiempo real. ERP es una arquitectura de software que facilita el flujo de información entre las funciones de manufactura, logística, finanzas y recursos humanos de una empresa.

Desde principios de la década de los 90, muchas organizaciones en todo el mundo han venido cambiando sus tecnologías de la información (IT) como parte de sus estrategias de desarrollo; volviéndose herramientas cada vez más valiosas para apoyar sus procesos, pasando de ser simples operaciones de soporte o respaldo de información a herramientas que ofrecen ventajas competitivas frente a la industria. Esto ha hecho que en la última década, la implementación de las IT haya tomado mucha más fuerza, llegando a ser consideradas como una de las actividades de cambio más conveniente para las organizaciones, destacándose entre ellas la implementación de los Sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP); los cuales representan el 30% de todas las actividades de cambio más importantes en las organizaciones de hoy en día.

El objetivo de los ERP es coordinar todas las actividades de negocios de la empresa, desde la evaluación de un proveedor hasta la facturación para un cliente. ERP utiliza una base de datos centralizada para ayudar el flujo de información entre los distintos departamentos de la empresa. Sin embargo, de nada serviría la implementación de un ERP en una empresa si no se trabaja desde el fondo del problema, al contrario, provocaría un problema mayor y más difícil de solucionar.
Existe una gran variedad de ERP`s en el mercado, todos flexibles y adaptables a la situación de la empresa con la que trabajarán. Se debe hacer un estudio minucioso de cuál es el que más le conviene, pues aunque son muy parecidos, hay diferencias en costos y están enfocados a diferentes tipos de mercado en particular.
La necesidad de tener, administrar y disponer de información precisa de todos los procesos de negocio de la organización, como imperativo para hacer frente a los nuevos desafíos del mercado, ha favorecido la compra de sistemas ERP, bajo la creencia de que su implementación conduce de forma automática e inevitable a la mejora de las operaciones en las empresas, llegando a ser considerados como un paradigma universal. De hecho muchas organizaciones (ya sean grandes o pequeñas, del sector privado o del sector público), consideran a los sistemas ERP como un estándar de facto para la gestión de la base operativa y funcional de todos sus procesos de negocio y relegan a un segundo plano la compra y el desarrollo de aplicativos dentro de la organización para dar solución a diversos requerimientos particulares.

Entre algunas compañías que han implementado un ERP están las siguientes: Cinsa que utilizó un ERP de ORACLE, GAN AHMSA implemento el ERP de SAP, KODAK el FOUTH SHIFT, MEXICANA DE TELECOMUNICACIONES el ERP de iBaan, SOFT CHOICE el ERP de ORACLE y CASA MARZAM implemento el CARDINAL. Como podemos ver, todas las empresas anteriores son exitosas y aunque no se deba precisamente a la implantación del sistema en ellas, sí tiene mucho que ver en sus logros. De nada les serviría su crecimiento si no supieran manejarlo y adaptarse a la nueva situación del mundo donde el manejo de la información es vital.
                                                     
SISTEMAS ERP
Aladwani (2001) define a los Sistemas de Planificación de Recursos Empresariales (ERP) como un conjunto integrado de programas que proporcionan soporte para las principales actividades organizacionales, tales como: fabricación y logística, finanzas y contabilidad, ventas y marketing y recursos humanos.
Kumar et al. (2002) describe los ERP como sistemas que cuentan con una arquitectura de software, que facilita el flujo de información entre todas las áreas funcionales de la empresa, a través de una base de datos común y apoyada por un único ambiente de desarrollo.
Gattiker y Goodhuez (2002, 2005) consideran a los sistemas ERP, como un software empaquetado que permite a una compañía automatizar e integrar la mayoría de sus procesos de negocio, compartir datos y prácticas comunes en toda la empresa y un acceso a la información en tiempo real.
Peslak (2006) define que los ERP son sistemas con una serie de módulos funcionales que se integran a través de procesos de negocios estándares, que incluyen todos los datos y la información sobre proveedores, clientes, empleados y productos, y que se encuentran integrados permitiendo a los procesos de negocio ser zonas inter-funcionales, con entrada y salida de información en tiempo real.
En términos generales, los sistemas ERP son sistemas de transacciones que permiten que la información fluya sin problemas a través de las diferentes funciones y unidades de negocio en una organización, permitiendo que los datos sean compartidos y procesados de manera intercambiable, mejorando la gestión de los procesos de negocio. Las características que los distinguen de otras tecnologías de la información son su complejidad, debido a su carácter integrador, tanto para actividades administrativas como de producción; el alcance que tienen sobre toda la empresa, y no sobre una sola parte de ella como la que tiene una IT; y los desafíos planteados por los cambios organizacionales requeridos. La adopción de un Sistema ERP requiere un significativo compromiso de los recursos organizacionales, que puede afectar a casi todos sus procesos de negocio.

Los sistemas ERP son costosos de adquirir y su proceso de adopción está a menudo lleno de riesgos; sin embargo proporcionan beneficios sustanciales para las empresas que los adoptan exitosamente. Son dos los motivos principales que hacen que las organizaciones adopten sistemas ERP: motivos técnicos (integración funcional de sistemas, reducción de costos de mantenimiento del software, etc.) y  motivos estratégicos o de negocio (aumento de la productividad, mejora en la eficiencia de los procesos, aumento de la calidad de bienes y productos, etc.). Desde el punto de vista tecnológico se puede decir que son dos los factores que contribuyen a la adopción de los sistemas ERP: el reemplazo de sistemas heredados por obsolescencia tecnológica y la reducción de numerosos aplicativos particulares existentes dentro de la organización.
Por otra parte, las inversiones en tecnologías de la información, suelen requerir de inversiones adicionales en recursos complementarios, como el rediseño de procesos de negocios, flujos de trabajo, capital humano, entre otros. Su uso puede conducir a transformar las características sociales y culturales de las organizaciones; una de las tareas más difíciles para los directivos es la implementación del cambio organizacional.

                                       
BREVE HISTORIA DE LOS ERP

Estos sistemas comenzaron a desarrollarse en USA durante la segunda guerra mundial, con el objetivo de apoyar la gestión de los recursos materiales que demandaba el ejército. Fueron llamados MRPS (Material Requirements Planning Systems), o sistemas de planeación de requerimientos de materiales. En la década de los 60, las compañías manufactureras retomaron la idea de MRPS con el fin de gestionar y racionalizar sus inventarios y planificar el uso de recursos acorde a la demanda real de sus productos, por lo que los MRPS evolucionan a MRP (Manufacturing Resource Planning). En los años 80 la utilización de estos sistemas incluían conceptos como “Just in Time”, manejo de la relación con clientes y proveedores, entre otros, es así como los MRP evolucionan completamente hasta lo que se conoce como MRP II.
En la década de 1960, los MRP (Material Requirement Planning), predecesores y columna vertebral del MRP II y los sistemas ERP, nacieron como respuesta a la necesidad de un software que permitiera planificar los requerimientos de materiales para la manufactura de productos complejos, reduciendo los niveles de inventarios requeridos. Se caracterizaban por ser sistemas complejos y de altos costos, que ayudaban a las empresas a comprar aquellos insumos que realmente necesitaban en un determinado momento del proceso productivo, en la cantidad y calidad adecuada.
En la década de 1970 la competencia se trasladó a la comercialización, evolucionando a los sistemas MRP II, que buscaban, la integración entre la producción, la planeación y el mercadeo. Los MPR II involucraban, además de las funcionalidades de su antecesor, un detallado seguimiento a todo el plan maestro de producción, desde la selección de insumos, hasta la calidad del producto terminado, pasando por métodos de manufactura asistida por computador.
Posteriormente con el ánimo de llevar a cabo una mejor compresión de los procesos de negocio, se plantea la integración de toda la información que circula a través de las diferentes áreas funcionales de las organizaciones, dando origen a los sistemas ERP.

¿Qué fue primero? ¿La visión por proceso de los gurúes del estudio de las organizaciones o el advenimiento de los ERP’s por parte de los gurúes de la tecnología informática? Difícil responder a esa pregunta, pero la historia cuenta que durante la década de los 90, ambos conceptos transitaron un camino paralelo hasta conformar una solución única para las organizaciones modernas, orientadas por proceso y soportadas por medio de un Sistema Integrado de Información.
En la década de los 90, producto de la globalización, las empresas comenzaron a requerir de sistemas que apoyaran la gestión empresarial, integraran las partes del negocio, promovieran la eficiencia operativa y sirvieran de soporte aspectos críticos de la administración. Así, la industria de software en un comienzo desarrolló aplicaciones para integrar los distintos sistemas MRP I y MRP II, que años más tarde se transformaron en los sistemas empresariales integrados, conocidos actualmente como ERP (Enterprise Resource Planning) o Sistemas de Planeación de Recursos Empresariales.

Los empleados que hoy utilizan un sistema integrado tienen acceso a la información de todos los departamentos que participan del proceso completo, de punta a punta y en forma on-line. Rápidamente, el proceso se torna visible. Los empleados que están en el frente entienden cómo su trabajo afecta al trabajo del resto de la organización. Los datos se vuelcan al sistema en el momento y en el lugar donde se generan, por el responsable de los mismos. Se eliminan los pasamanos, las transcripciones y los errores de consistencia de los datos.
La capacidad de un ERP de operar en múltiples lenguajes, utilizando múltiples monedas y adaptándose a las normas legales y fiscales de todos los países donde opera, lo convierte en una herramienta poderosa para las Empresas multinacionales que han expandido sus operaciones alrededor del mundo. La flexibilidad de un ERP worldclass las acompañó, integrando rápidamente nuevos emprendimientos y también fusiones o adquisiciones de emprendimientos existentes. Las Empresas multinacionales apreciaron rápidamente las ventajas de imponer un sistema (“su sistema”) en Empresas a incorporar, logrando rápidamente información integrada para el control de las mismas y para la adecuada toma de decisiones.
Sin embargo, ¿podemos decir lo mismo sobre las ventajas de operar con un ERP en Empresas del rango pequeñas o medianas? ¿Es un tema verdaderamente significativo, contar con un sistema multilenguaje, multi-moneda, multi-país para una Empresa PYME tradicional? Quizás para la PYME tradicional aquellos no son requerimientos de corto plazo, pero la flexibilidad que le pueden brindar estos sistemas le brindan la agilidad que requieren para adaptarse rápidamente a los cambios por venir, sean por decisiones propias o del contexto.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
En las organizaciones tradicionales, con sistemas informáticos tradicionales nacidos a partir de la década de los 60, los empleados se concentraban en sus tareas funcionales específicas y tenían acceso solamente a una limitada información, que provenía del sistema informativo de su departamento. Los viejos sistemas reforzaban el tradicional modelo vertical orientado a funciones específicas, contabilidad, comercial, y producción, construidos uno a uno en forma independiente, con modelos de datos independientes entre sí y con muy poca integración con los otros. Cuando se requería la interacción entre sistemas diferentes, la solución técnica aconsejaba la construcción de una interfase. Esto es, para completar un proceso que atravesaba a varias funciones o compartir datos entre distintos modelos de datos, se debía construir una interfase, habitualmente una pieza de software batch (y más modernamente on-line) que cubría la necesidad, transfiriendo los datos de un lado al otro.
El aumento en la complejidad de los negocios, sumado al hecho de la mayor demanda “a los sistemas computarizados” sobre nuevas funcionalidades, y la complejidad creciente de las interfases, llevaron a la construcción de verdaderas arquitecturas de sistemas al mejor estilo “espagueti”, con un alto costo de mantenimiento y muy bajo nivel de calidad, en términos de prestación de servicios al usuario final.
Al momento de diseñar un Sistema de Información se pretende modelizar el real funcionamiento de una Empresa, pero una vez implementado este define una forma de operar. “La inflexibilidad, la ausencia de foco al cliente y la obsesión con las actividades antes que con los resultados, la parálisis burocrática, la falta de innovación y el alto costo de personal son el legado de cientos de Empresas líderes de USA”.
El advenimiento de los Sistemas Integrados de Información (ERPs) trajo consigo la posibilidad de concretar una transformación radical de los negocios, a través de la revisión integral de sus procesos. Es oportuno rescatar una de las definiciones más precisas y concisas del término “proceso”, dentro del ambiente de las organizaciones, del libro de Hammer y Champy (1993): “Un proceso de negocios es un conjunto de actividades que, a partir de una o más entradas, produce una salida que tiene valor para el cliente”.
De acuerdo a Poon y Yu (2010) y Law (2010), hoy en día muchas empresas han empezado a comprender, que la integración es un imperativo para mantener una ventaja competitiva en el mercado y que se debe procurar que la información de su negocio, esté siempre disponible, para cualquier usuario autorizado, en cualquier parte y en el momento que él la requiera. Esta integración se logra reemplazando sus incompatibles y desconectadas aplicaciones, por un Sistema de Planeación de Recursos Empresariales (ERP), el cual vincula tanto las operaciones que realiza la organización para sus clientes internos como externos.

La última generación de los sistemas ERP, denominados como ERP-II, son sistemas más avanzados y más eficientes en el tratamiento de múltiples unidades de negocio, incluido ventas y la planificación de operaciones, gestión de materiales e inventarios, fabricación, compras, procesamiento de pedidos, contabilidad y finanzas, recursos humanos y gestión de relaciones con los clientes; permitiendo además el manejo de recursos externos a la organización (clientes y proveedores) a través de aplicaciones web.
Teniendo en cuenta la amplia gama de beneficios en términos de funcionalidad, muchas empresas creen que los sistemas ERP pueden ofrecer ventajas competitivas en su estrategia. Por lo tanto, no es sorprendente que muchas organizaciones ya han implementado sistemas ERP o se encuentren implementándolos.


CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS ERP
Puede decirse que la principal característica que distingue a los sistemas ERP de otras tecnologías de la información es su complejidad, debido al carácter integrador que tienen tanto para actividades administrativas, como para actividades de producción. Una de las ventajas y a la vez una de las características más atractiva de integrar a los sistemas de información en una base común, es sustituir la fragmentación de la información que era el principal legado de las IT de la década de 1990 y 2000. La premisa fundamental de la filosofía de los sistemas ERP es que el todo es más importante que la suma de sus partes.
En general, los sistemas ERP están conformados por una serie de módulos funcionales estándar (Producción, Ventas, Recursos Humanos, Finanzas, etc.), desarrollados, integrados y adaptados para cumplir con necesidades específicas; y que son considerados como el resultado de implementar “buenas prácticas organizacionales” a través de una industria en particular. Estos módulos intentan integrar a todos los departamentos de la empresa en un solo sistema informático, conllevando a una profunda integración entre las subunidades de negocio y permitiendo su interacción en tiempo real. Según Ranganathan y Brown (2006), el alcance funcional de la implementación de un sistema ERP puede ser de dos tipos: 1) módulos para servir de apoyo a la empresa (recursos humanos, contabilidad y finanzas) y 2) módulos que involucran la cadena de valor de la organización (gestión de materiales y operaciones, ventas y distribución) y que están ligados con su estrategia corporativa.

A pesar que los fabricantes de este tipo de sistemas argumentan que promocionan paquetes universalmente implementables, Gattiker y Goodhuez (2002) señalan que las capacidades de los módulos de un sistema ERP colocan limitantes a los procesos de negocio de la organización; por lo cual, a menudo debe determinarse el grado en que la organización tiene que adaptar sus procesos de negocio a los requerimientos propios de cada módulo, con el fin de no ver afectados sus procesos de forma importante. Gattiker y Goodhuez afirman que frente a la utilización de los módulos de un sistema ERP, los procesos de negocio de una organización se enfrentan a dos situaciones: 1) que no requieran mayores cambios, o 2) que por el contrario se vean fuertemente modificados.

En el primer caso, puede darse que los actuales procesos de negocio de la organización estén perfectamente modelados en alguna de las diversas variedades de opciones que ofrecen los módulos del sistema ERP; o que se modifique el sistema como tal para alinearse con los procesos de la organización.
En cuanto a los procesos que requieren ser modificados en cierta medida, tenemos igualmente dos casos: el primero de ellos en el cual los procesos de negocio son modificados para poder ser incorporados al sistema ERP y el caso en el cual se observa que los procesos preestablecidos por el sistema ERP, son una mejor propuesta y actúan de mejor manera que si se adaptaran los procesos existentes en la organización, por lo cual se toma la decisión de migrar a estos.

Son varias las empresas de la industria del software que diseñan, desarrollan y comercializan estas soluciones, y aun existiendo diferencias en el producto final presentan ciertas características comunes, estas son las siguientes:
·         Arquitectura Cliente /Servidor. La tecnología de los sistemas ERP se basa en la arquitectura cliente / servidor, en la que un computador central (servidor), tiene capacidad para atender a varios usuarios simultáneamente (clientes).
·         Elevado número de funcionalidades. Los sistemas ERP poseen un elevado número de funcionalidades, lo que permite abarcar prácticamente la totalidad de los procesos de negocio de la mayoría de las empresas.
·         Grado de abstracción. El sistema ERP tiene la capacidad para manejar cualquier tipo de circunstancias que pueda tener lugar en la empresa y soporta diversos grupos empresariales sin conexión entre ellos.
·         Adaptabilidad. Son sistemas capaces de adaptarse a cualquier empresa, independiente del sector al que pertenezcan y de las particularidades de los procesos de negocio.
·         Modularidad. Los sistemas ERP están formados por un número específico de módulos, independientes entre sí, pero que a la vez están comunicados, lo que permite una gran adaptabilidad a las empresas de acuerdo a su tamaño y disponibilidad de recursos. Los principales módulos de los sistemas ERP son: Contabilidad financiera, Contabilidad de Gestión, Gestión del proyecto, Gestión del flujo de trabajo, Logística, Producción, Recursos Humanos, Ventas y marketing
·         Orientación a los procesos de negocio. Desde el punto de vista del diseño de los sistemas ERP, todas sus funcionalidades están organizadas utilizando un modelo de referencia o descripción a alto nivel de sus funcionalidades, de acuerdo a la lógica del negocio mediante alguna herramienta de modelación de procesos de negocio.
·         Universalidad: Al ser un software de tipo World Class, un ERP puede ser usado por cualquier organización. Sin embargo, sus proveedores señalan que existen ERP para algunas industrias específicas.

                                  
BENEFICIOS DE LOS SISTEMAS ERP
Las organizaciones implementan sistemas ERP para mantener la competitividad en el mercado. Nicolaou (2004) expone que dentro de las motivaciones básicas de los industriales y profesionales, para adoptar un sistema ERP se tienen: la reducción de costos, mejora de la eficiencia, reducción de los ciclos de producción, mejora del servicio al cliente y la satisfacción del mismo, capacidad de cambiar, la reconfiguración de los procesos de negocio, en respuesta a eventuales cambios en las necesidades del mercado, y la habilitación del comercio electrónico y herramientas web.
Como anteriormente se mencionó, cerca del 30% de las actividades de cambio más convenientes hoy en día para las organizaciones, ha sido la implementación de IT, principalmente sistemas ERP, lo cual lo hace un mercado en constante crecimiento. Si las organizaciones de todo el mundo gastan fuertes sumas de dinero en Sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP); ¿qué tipo de beneficios se pretenden conseguir?
Uno de los primeros trabajos sobre este tema fue el presentado por Mooney et al., (1995), en el cual considera que los beneficios de tener implementado un sistema ERP pueden evidenciarse en tres grandes aspectos positivos para la organización: efectos automáticos, efectos informativos y efectos de transformación.
·         Efectos Automáticos: Se refieren, desde la perspectiva de la eficiencia, al valor derivado del rol de las tecnologías de la información (IT) como bienes de capital que sustituyen directamente el trabajo manual. Su importancia se deriva principalmente de factores relacionados al aumento de la productividad, el ahorro en la utilización de mano de obra y la reducción de costos a partir de la automatización de determinados procesos.
·         Efectos Informativos: Surgen principalmente de la capacidad de las IT de recolectar, almacenar, procesar y difundir información. En estos efectos, el valor agregado consiste en mejorar el soporte necesario para la toma de decisiones (como factor estratégico), aumentar el poder de toma de decisiones de los empleados, disminuir el uso de recursos (internos y externos a la organización), propiciar una mayor eficacia y mejorar la calidad de los procesos de negocio de la organización. Un elemento esencial de este tipo de efectos es la directa relación entre los procesos de gestión de la organización y el logro de una mejor disponibilidad de la información.
·         Efectos de Transformación: Se refieren al valor que se deriva de la capacidad para facilitar y apoyar procesos de innovación y de transformación dentro de la firma. Estos efectos conciernen directamente, a ejecutar cambios innovadores a través de combinaciones únicas dentro de los procesos de la organización, y entre organizaciones que compartan un mismo sistema ERP; incluyendo el rediseño y la fusión de procesos de gestión y procesos operativos, creación de nuevas capacidades organizacionales y nuevas formas de hacer negocios.
Shang y Seddon (2000, 2002), a partir de una revisión literaria de las Tecnologías de Información desde 1970, y el estudio de 233 sistemas ERP implementados con éxito desde la década de 1990’s, en igual número de organizaciones, identificaron que los posibles beneficios de implementar un sistema ERP en una organización, se pueden catalogar en 5 dimensiones: operacionales, de gestión, estratégicos, de infraestructura en IT y organizacionales.
·         Beneficios Operativos: Dado que los sistemas ERP automatizan los procesos de negocio, se propicia la eliminación de procesos redundantes o el rediseño de procesos, conllevando a una reducción de tiempos (de producción, alistamiento, almacenamiento, etc.), mejor desempeño en las actividades de apoyo o complementarias, aumento de la productividad y mejoramiento de la calidad en productos y/o servicios y en los procesos de la organización.
·         Beneficios de Gestión: Al contar los sistemas ERP con bases de datos centralizadas, las organizaciones tienen a su disposición herramientas de análisis y de toma de decisiones, que les permiten una mejor gestión de sus recursos, a través una asignación más eficiente y una mejor capacidad de control sobre sus procesos en tiempo real.
·         Beneficios Estratégicos: Los ERP traen consigo la oportunidad de lograr una diferenciación competitiva, personalización de productos y/o servicios para usuarios a un menor costo, innovación, crecimiento y el establecimiento de vínculos externos más sólidos, tendientes al crecimiento del negocio. La administración de los recursos crea capacidades organizativas que permiten a las empresas mantener su eficiencia operativa a largo plazo.
·         Beneficios en la Infraestructura de IT: Los beneficios que presentan los ERP en este aspecto, consisten en compartir, reutilizar e integrar los recursos que en IT posee la organización, con el fin de crear una arquitectura organizacional en torno a la información, de tal forma que ésta pueda asimilar más rápidamente cualquier proceso de cambio tecnológico.
·         Beneficios Organizacionales: Teniendo una acumulación de información y conocimiento acerca de la organización, los sistemas ERP fomentan el desarrollo de una “visión común”, a partir del establecimiento de procesos de aprendizaje y empoderamiento, y la construcción de estrategias tendientes a dar soluciones para alcanzar los objetivos trazados por la organización.
Nicolaou (2004) expone que los beneficios de implementar un sistema ERP para una organización pueden clasificarse en 12 categorías: integración interna, incluyendo procesos de reingeniería (53%); mejor servicio al cliente (34%), mejor gestión externa de la cadena de suministro (23%), mejora en la productividad (21%), mejora de la eficiencia (20%), aumento de la ventaja competitiva (18%), ayuda para la toma de decisiones (15%), reducción de gastos (14%), mejora de la rentabilidad (10%), reducción del ciclo de vida del producto (5%), incremento del rendimiento empresarial (4%) y reducción del tiempo requerido para presentación de informes (4 %).
En trabajos más recientemente Singla (2008) propone que todos los beneficios de contar con un sistema ERP en las organizaciones, pueden catalogarse en tres grandes grupos: beneficios tangibles, beneficios intangibles y factores de desempeño del negocio. Los beneficios de acuerdo a esta clasificación se presentan a continuación:
·         Beneficios Tangibles: reducción de inventarios, reducción de personal, mejora en la productividad, mejora en el orden administrativo, reducción de los costos en tecnología, reducción de costos en adquisiciones, mejora en la administración del efectivo, mejora del indicador ingresos/beneficios, reducción de costos en transporte y logística, reducción del mantenimiento de equipos y maquinarias y la mejora en tiempos de entrega.
·         Beneficios Intangibles: mejora o creación de nuevos procesos de negocio, sensibilidad del cliente hacia la labor que desempeña la organización, integración y fortalecimiento de la cultura organizacional, normalización y globalización de los procesos, flexibilidad en la toma de decisiones, fortalecimiento de la cadena de oferta y demanda, visibilidad de la información, mejora del desempeño económico de la firma.
·         Factores de desempeño del negocio: reducción del riesgo en los negocios desarrollados por la organización, reducción de costos de oportunidad debido a escasa información a la hora de tomar decisiones estratégicas, mayor cumplimiento de normas y estándares industriales, facilita la mejora o creación de servicios a clientes y proveedores, aumento del conocimiento por parte de los miembros de la organización, aumento de la responsabilidad institucional, aumento de la confianza de los accionistas en la organización, mayor soporte a actividades organizacionales, mejor rendimiento empresarial, disminución de la carga de trabajo en el departamento central o gerencia y menores costos de mantenimiento, actualización e integración de los sistemas ERP frente a sistemas heredados.

IMPLEMENTACIÓN DE UN SISTEMA ERP
“Quien no esté dispuesto a aplicar nuevos remedios, deberá esperar nuevos males, porque el mayor innovador es el tiempo”
                                                                       Sir Francis Bacon (1561-1626)
Los primeros paquetes de software que intentaron dar respuesta a las necesidades operativas de una Empresa, aparecieron en el mundo a fines de la década de los 70, junto con el desarrollo de las tecnologías de Administración de Base de Datos; algunos orientados a funciones específicas del negocio y otros osadamente atravesando funciones de varios departamentos,. En aquella época, los “enlatados” (así se llamaban en el argot de sistemas), intentaban automatizar las tareas más estándar de las Compañías (normalmente sus funciones administrativas y contables), dejando las puertas abiertas (y el código fuente de los programas también) para realizar las modificaciones necesarias tendientes a adaptarlo a las particularidades de cada Empresa.
En aquel tiempo y ante el imperativo de ganar eficiencia a través de la reducción de costos, especialmente los costos derivados de la mano de obra, la decisión era relativamente sencilla: “seleccionemos e implementemos el mejor “enlatado”, para automatizar una determinada función de nuestra Organización.
En contraposición con aquellas soluciones, tomar la decisión hoy y asumir el compromiso de implementar un ERP, implica comprender las variables distintivas de esta nueva tecnología, y aceptar que la Organización deberá adaptar sus prácticas de negocios a las mejores prácticas embebidas en el sistema en forma estándar. Se trata de una decisión compleja si no se conocen en detalle los imperativos del sistema y cómo ellos pueden impactar en los imperativos del Negocio. En muchos casos resulta un enorme acto de fe por parte de la alta gerencia, tomar la decisión de implementación de un ERP bajo estos términos.
Por lo general es largo y complejo, ya que implica rediseñar los esquemas de trabajo. Su implementación es de alto riesgo, ya que envuelve complejidad, tamaño, altos costos, un equipo considerable de desarrollo, además de inversión de tiempo. En la mayoría de las empresas, se requiere remplazar la infraestructura existente, lo que implica inversión de capital adicional, especialización y hasta la posibilidad de parar el negocio temporalmente para la implementación; por otra parte es importante señalar que el grado de experiencia de los proveedores es un factor importante para el buen funcionamiento del sistema.
Después de la implementación es importante asegurarse de la calidad y la mejora del desempeño, para que así el sistema funcione correctamente a largo plazo. También se debe analizar constantemente el retorno de inversión y aspectos clave como la optimización (el proceso de la optimización es una herramienta para mostrar los beneficios de la implementación del sistema de ERP y alcanzar la esperada eficiencia organizacional), la cual proporciona ideas que no fueron consideradas durante la implementación, como por ejemplo la expansión del software implementado; es importante ver a la optimización como un proceso de mejora continua.

El éxito de la implementación del sistema depende de la habilidad de la empresa para integrar y consolidar la funcionalidad del sistema de ERP. Si una empresa tiene bien estructurada y con una metodología bien definida la implementación de un sistema de ERP, y logra progresar desde la etapa de selección hasta la etapa de operación, puede reducir el grado de riesgo y mejorar la probabilidad de que dicha implementación sea un éxito.

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