domingo, 12 de enero de 2014

Homenaje a Federico García Lorca




NO MÁS LOS QUE NO HICIERON

 Tierra tan sólo. Tierra.

Y la gente con sus sueños

eran el barro y la flor sin alma,

la grandeza que tal vez alguno

no aceptara, solo aromas

para barro y tierra sin descanso.


Desde un abismo quejumbroso

una frenética lucha sin sentido,

van desiertos carroñeros con su toba

de recuerdos, que no han vivido

sino distancias de los dioses

que benignos hablan del misterio.


Y es la patria gran cementerio

de los labios una oración temerosa,

¡maldición a la sangre que se pierde!

en los antros del deseo y el apetito,

más allá de tanto cuento repetido

quedan los proyectos inconclusos.


Tierra tan sólo. Tierra.

Y los sueños de la gente.

TODOS ALGO HACEMOS


 Tierra tan sólo. Tierra.
Con los ejércitos, muertos y calma,
con los que hablaron, que no se callaron
porque duele una orden tan inhumana
que reinan hambre y enfermedad,
sin los que nadie quiso por revolcarse.
Cosa muy cierta la frontera que irrespetan
sin poder luces y alegría, pan y cielo,
otra cosa son desdenes y olvido, respuesta
que no aceptaron ni aceptarán enloquecidos
e irracionales, para comer se acercan
sin dudar que vemos sombras y su dolor.
Una tumba no devora todo lo que muerde,
una tumba que busca el tirano, allí cayó
siempre con sus apetitos, y sufría
solo él con sus secuaces, el rebelde canta
sin gratitud por los regalos del mal:
áurea moneda, hembra ardiente, pan y vino.
Es la tierra para trabajo y alegrías,
que la tumba muerda al que se acerque.



FIESTA DE HERMANOS



Tierra tan sólo. Tierra.



Aquí queda el hogar que construyo

sin que nocturnos pájaros coman lo prohibido,

sin guerra para que en mi mesa haya pan

y que los niños jueguen despreocupados,

les doy la semilla y que ellos sonrían.


Entre los verdores que surgen cantando,

en la semilla que sacrifico por la esperanza

mi fuerza y mi conciencia, será mejor

y será rosal de mis plegarias tan dulces,

no una huella que borran vientos

irracionales, ni sino temible y juicio.


Dañino descuidar alimañas devoradoras,

dañinas revolcándose en todos los barros,

decirles una sonrisa y la mesa dulce

para que estén tranquilas sin sus pesares,

yo no les pido que tengan un momento,

mi hogar tranquilo yo lo defiendo.


Tierra tan sólo. Tierra.

Mi hogar construido está sin abandono.




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